La edil y su hermana están imputadas por administración fraudulenta de bienes o intereses ajenos, en el marco de la emergencia socio-sanitaria por la pandemia del año pasado.



A juzgar por el esfuerzo de Marcelo Bonelli de no decir a qué partido pertenece la mujer deja en claro que no pertenece al kirchnerismo. Si bien la concejala es de extracción radical responde a la gente de Alfredo Olmedo.

Fuentes del Ministerio Público de Salta informaron que el fiscal interino penal 1 de Tartagal, Rafael Medina, imputó hoy a Paola Alejandra Díaz, concejala del radicalismo de 43 años, y a Rosa Fabiola Díaz, de 40, defensora oficial.

Los voceros detallaron que la primera quedó detenida y optó por declarar, mientras que para la segunda, quien solo fue imputada y suspendida, se abstuvo de declarar.


En este caso, el fiscal pidió el allanamiento de inmunidad al Juzgado de Garantías 1 de Tartagal, por ser una defensora oficial.


El fiscal intervino de oficio días pasados ante la noticia de una posible venta de donaciones destinadas a comunidades originarias de la provincia. Lo hizo al conocer una entrevista periodística realizada a la denunciante, hermana de las dos acusadas, transmitida por el canal Video Tar, de Tartagal, y otros medios.


Ese mismo día, Medina dispuso las medidas, como una consigna permanente donde se encontraban las donaciones provenientes de distintas fundaciones.

Asimismo, invitó a la denunciante a radicar una denuncia formal: la mujer la concretó en la Comisaría 45 de Tartagal y luego amplió en la sede fiscal.

Según la denuncia, en enero de 2020 las acusadas habrían recibido donación de mercaderías perecederas, ropa, zapatillas, alcohol en gel, agua mineral y pañales, entre otras cosas.

La mujer precisó que sus hermanas habrían mantenido ocultas las donaciones todo el año y hasta ahora para venderlas a negocios de la zona. Añadió que quisieron mantenerlas guardadas hasta que Paola Díaz se postulara como candidata a diputada provincial, "lucrando con dichas mercaderías para un beneficio propio".

La imputación señala que las acusadas tenían a su cargo "la administración y cuidados de los bienes provenientes de las fundaciones, llevando a cabo una administración fraudulenta de los bienes asignados, perjudicando intereses ajenos con su accionar infiel", pues la mercadería debía ser repartida "entre personas de escasos recursos y de las misiones aborígenes de la etnia wichi".

En el allanamiento, con auxilio de la fuerza pública, se secuestraron bidones y botellas de agua, ropa nueva y usada y zapatillas. Fuentes de la Defensoría General de la Provincia de Salta informaron que se dispuso un sumario administrativo contra la defensora investigada, quien fue suspendida por 30 días.

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